Estamos en los tiempos en que cada vez más personas buscan tener una vida saludable y al mismo tiempo les permita ayudar al medioambiente. Pero existen algunos quienes buscan maneras muy alternativas y poco ortodoxas, aquí se ubican los Sexetarianos, un grupo que esta causando revuelo por sus extrañas prácticas.
A los vegetarianos ya los conocemos, no comen carne, le dan a las verduritas y se valora la fuerza de voluntad que tienen para no caer en las tentaciones carnívoras de un buen asadacho. Luego están los veganos que son un poco más específicos y deciden eliminar todo alimento o producto que tenga relación con el origen o la explotación animal. Después están los crudiveganos que van un poco más allá y solo consumen vegetales y semillas en su estado natural, sin cocinar. Pero ninguno de estos se compara con los Sexetarianos, estos llevan la posta al extremo.
Los sexetarianos son personas vegetarianas, que a sus principios de no consumir carne, le agregan un detalle más que no escapa de los ojos de nadie: Deciden no tener ningún tipo de relación sexual con personas carnívoras. Asi que si te gusta el asadacho y te encontrás con un Sexetariano/a la vas a tener que remar bastante mi amigo/a.
Estas personas afirman que no tienen sexo con personas no-vegetarianas por una cuestión de ética y de principios, pero que también incluye una forma de ser cada día más saludables.
Para ellos no hay media tintas, no sirve aquello de alimentarse saludablemente durante todo el día si durante la noches gastaremos e intercambiaremos energías con una persona carnívora, que nos transmitirá todo lo “contaminado” de su cuerpo.
Las prácticas de estas personas son tan drásticas que no solo evitan el sexo con personas carnívoras, sino también todo tipo de contacto que incluya, besos, salivas, el sudor y cualquier tipo de fluido corporal de los amantes de la carne.
Nunca un estilo de vida había penetrado tanto en las alcobas de las personas como esta, que va consiguiendo cada día más adeptos que esperan tener una vida más sana y ayudar así al medioambiente. La polémica no ausente divide a los que adoran la propuesta contra los que creen que esta actitud es una gran ridiculez.
Esta bien tener un estilo de vida saludable y que permita la lucha a favor de un mejor ecosistema, pero cuando estás prácticas incluyen actitudes denigrantes hacia otras personas, se convierten en un medio de generar discriminación, que trata de maquillarse de un irónico respeto.
Veremos como aguanta esta nueva moda, los instintos más bajos siempre son más fuertes que todo tipo de principio o ideales. Desde aquí le mandamos a los Sexetarianos todos nuestro respeto por el valiente sacrificio y les dejamos saber que estarán invitados a un buen asadacho cuando gusten. Que la fraternidad sea lo primero.