La cerveza es la gran compañera en esos momentos en donde compartimos con las personas que más apreciamos, infaltable en todo menú parrillero, su ausencia sería una especie de sacrilegio imperdonable. Pero lo que muy pocos saben es que la cerveza también tiene su lado saludable, un aspecto al cual deberíamos sacar todo el provecho.
No importa de qué tipo sea, rubia y amarga, negra y espesa, colorada o ligera, la cerveza es popular en cualquier lugar y en cualquiera de sus formas, ella está ahí siempre dispuesta a que disfrutemos de un buen momento, y aunque parezca muy difícil de creer también nos ofrece buenos beneficios para nuestra salud.
La cerveza además de ser refrescante, es una bebida natural que cuenta con un bajo contenido en calorías, tampoco posee grasas ni azúcares, pero no es solo eso, la cerveza es una fuente importante de hidratos de carbono, vitaminas y proteínas. Por eso la cerveza surge como una bebida que deberíamos incluirla en nuestra dieta, o al menos eso es lo que recomiendan investigadores de la Universidad de Harokopio de Atenas, Grecia.
Otro de los principales beneficios de la rubia espumante es que ayuda a mantener el corazón sano, ya que un vaso de cerveza por día aumenta la salud cardíaca y mejora el estado de los vasos sanguíneos, provocando que las arterias sean más flexibles.
En este sentido el Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona demostró que el consumo de alcohol está asociado a un menor riesgo de sufrir un infarto. Además encontraron que la cerveza mejora la formación de tejido reparativo, luego de sufrir un infarto. Esto se produce gracias a que el lúpulo de la cerveza cuenta con un antioxidante que protege la salud cardiovascular.
Los españoles también realizaron sus propios estudios sobre el alcohol y es así como Instituto del Frío del CSIC, encontró que la cerveza mejora el sistema inmune, tanto en hombres como en mujeres. El consumo moderado de alcohol durante un mes provoca una respuesta positiva en el sistema inmune contra patógenos externos. Además, incrementa los leucocitos, linfocitos y otras células que ayudan a destruir cualquier microorganismo invasor.
Muchos especialistas indican que la cerveza es una bebida muy buena en el combate contra el Alzheimer, ya que su consumo moderado puede llegar a reducir uno de los factores de riesgo de la enfermedad. La cerveza, fermentada, cuenta con silicio, este mineral se relaciona con la demencia y otros desórdenes neurodegenerativos.
La cerveza contiene un total de 36 mg/l de silicio biodisponible, lo que quiere decir que un consumo moderado aportaría el 50 por ciento de la ingesta diaria de silicio que se recomienda.
La verdad de los excesos
Aquél viejo truco del que tantos hablan, que consiste en la de consumir dos cucharadas de aceite o yogur antes de beber alcohol para evitar la embriaguez no es cierta, tampoco es cierto que la resaca se acaba cuando bebemos jugo de tomate o desayunando más cerveza.
También existe un error muy grande en aquellos de que cada vez que bebemos alcohol una gran cantidad de neuronas deja de existir, ya que un estudio realizado por Investigadores Alemanes de la Universidad de Heidelberg demostró que esto no es cierto, y que lo único que perdemos son los reflejos y la desinhibición.
Beber cerveza provoca que químicamente disminuyan sustancias como la creatina o la colina, pero que al día siguiente se vuelven a normalizar. El estudio también demostró que la cerveza emborracha de la misma manera a hombres y mujeres, y que en este sentido somos todos iguales.
Con todos estos estudios realizados por prestigiosos investigadores no hay más excusa que incluir a la cerveza un poco más a nuestra dieta y llevar una vida saludable. ¿O vos que pensás?.
Fuente: www.lmneuquen.com.ar , discovermagazine.com