A la parrilla

Chorizos antes del asado ¿sí o no?

El proceso de cocción a fuego lento del asado, que puede llegar a dos horas o más, provoca que a muchas personas se les abra el apetito antes de tiempo. Los embutidos son los grandes compañeros en esta espera, pero entre picada y picada pueden ser contraproducentes y sacarnos las ganas enormes de disfrutar del plato principal.

Comer o no el chorizo, la morcilla u otro tipo de picadas ante del asado siempre formó parte del debate entre amigos, algunos aseguran que los chorizos en la parrilla son indispensables, que hay que comprarlos en gran cantidad y tenerlos en sus diversas formas. Pero para otros más austeros, este acto es como un pecado, porque anula el placer de disfrutar del asado en toda su expresión.

Foto Flickr: Bruno Bense

El chorizo es uno de los desafíos más difíciles que tiene el parrillero – Foto Flickr: Bruno Bense

¿Para qué vamos hacer un asado, si nos vamos llenar con chorizos?, o ¿Si ya tenemos los chorizos, porque no preparamos bien nomás ya un buen asadacho?.

Muchos ya se habrán hecho estas preguntas, el chorizo es una especie de eslabón perdido que descoloca nuestras decisiones sobre cómo aprovechar mejor un asado. Este es un gran dilema que surge cuando sacamos el numerito en el súper y el carnicero con cara de pocos amigos espera nuestra respuesta de si queremos o no el chorizo.

Puede ser que en los comienzos comerciales del asado, el chorizo haya surgido como una estrategia de marketing por parte de los frigoríficos que incentivaban a que cuando hagas un asado, también te lleves unos buenos kilos de chorizos a tu parrilla. Pensar esto es casi paranoico, pero no estaría lejos de toda realidad.

Ese momento de indecisión que se nos presenta cuando el plato con picadas empieza a correr de mano en mano, puede tener una respuesta y ser solucionada. Comer el chorizo antes del asado, depende nada más que de las circunstancias en que nos encontremos en ese momento.

No hay nada de malo empacharnos con los embutidos antes de disfrutar del asado, como también de no hacerlo. Lo positivo de los chorizos es que logran aplacar esas ansiedades que crecen cada vez que sentimos como el aroma del asado se va desprendiendo de la parrilla. Además, es una buena manera de distraer a los impacientes que se quejan a cada instante con preguntas como ¿Por qué pusiste recién la carne?, ¿Cuánto falta todavía?, o el típico ¿No tenes algún choricito?.

Además si la carne esta cara, el chorizo es una buena forma de equilibrar gastos, ahorrando con algunos cortes, pero sin perder la satisfacción de disfrutar de algo bueno.

Lo negativo del chorizo es, que dependiendo de su calidad, muchas veces nos deja prendidos a la picada y no podemos dejar de comerlos. Tanto así que luego nos imposibilita disfrutar completamente del asado. Para muchos esta es una maniobra estratégica del parrillero para que pueda sobrar asado en su casa.

Pero también pueden haber momentos en que gran parte de los invitados se ponga de acuerdo sin querer queriendo y rechacen la invitación del chorizo, lo que puede llegar a descolocarte si no estás preparado con una buena cantidad de cortes en la parrilla.

Podríamos imaginarnos y hablar de muchas situaciones que se nos pueden presentar en un asado, las opciones son infinitas y siempre hay que estar bien preparados. El chorizo es uno de los desafíos más difíciles que tiene el parrillero, aunque parezca mentira, y es lo que marca tu resistencia y continuidad en una parrillada.

No tenemos la intención de convencerte ni develar el misterio del chorizo, solo nos encargamos de sacar este debate a luz para que pueda ser analizado en el próximo encuentro que organices. Lo importante es que disfrutes de tu asado y saque las mejores conclusiones.

About the author

Fernando Ferreira

Sarcástico e introvertido. El asado me gusta comer parado y donde no haya mucha gente.
Fanático de los Beatles y del buen fútbol. Una buena lectura y ya está. Buen muchachito, como dicen las tías.

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