Preparar y cocinar un asado es una de las actividades más placenteras que puede existir. Momento en el cual se mezclan la transpiración, el aroma de la parrilla y alguna que otra torpe quemadura. Ese instante en que compartimos con la familia y amigos es único, y dentro de cada parrillero se esconde un estilo particular, un rasgo que lo identifica a él y a su asado.
Aquí te dejamos 10 tipos de parrilleros. Fíjate con cual te identificás:
1- El Apurado:
Este tipo de parrilleros pertenece al grupo de los hiperactivos de la parrilla, siempre a un paso de quemar todo. Hace las compras por inercia y sin darse cuenta de nada, prepara la parrilla en un pestañeo, en el proceso de cocción va mirando su reloj a cada instante con algún tic nervioso. Habla fuerte. A pesar de que en el asado la paciencia es una virtud, los apurados hacen buen trabajo y aunque suene irónico, a la hora de comer, se toma su tiempo.
2 – El Despreocupado:
Estos suelen ser aquellos experimentados, que no se preocupan por nada y que transforman un carbón malo en diamante y algún corte de mala calidad en un manjar inesperado. Se toman su tiempo, y como un pintor dibuja sobre un lienzo, el despreocupado va transformando al fuego, al carbón y la carne en todo en todo un arte. Tomarse las cosas con calma siempre da buenos resultados.
3 – El Colgado:
Los colgados pertenecen a una raza especial, siempre están apeligrando inconscientemente una hermosa noche de asado. Ellos no saben lo que hacen, solo lo hacen. Ellos no saben que está bien o que está mal, no calculan, no analizan, no son prudentes. No porque sean malos, sino porque nada más tienen la cabeza al aire. En estas épocas usan mucho el celular y van por ahí con una sonrisa de la cual tampoco se dan cuenta. Lo peculiar es que sus asados salen muy ricos, venciendo a la incertidumbre de los comensales, algo que los colgados ni siquiera esperaban.
4 – El Maniático:
Es un loco. Excesivo y detallista hasta la última fibra de un corte. Suele poner mucha atención a todo, es la antítesis del colgado. Preocupadísimo por la temperatura del fuego, por el horario en que puso la carne, atento a los pedidos de sus invitados, cada tanto pregunta si el perro está atado, calcula si no faltará cerveza, si es que están todos, etc. Al maniático no se le escapa nada. El resultado es un asadacho conciso, con mucha seguridad y que satisface a todos.
5 – El Torpe:
Así como los colgados, los de este grupo también son un peligro. Desprolijo, nunca tiene nada a mano para empezar a hacer el asado y si los tiene, no sabe cómo usarlos. Suelen hacer todo lo contrario. El asado para él es una lucha constante, del cual de vez en cuando sale con alguna quemadura. Son terribles, con ellos hay que tener mucho cuidado.
6 – El escurridizo:
Es aquél que da la iniciativa para el asado, el que más está preocupado por todo, comienza encendiendo el fuego y luego como por arte de magia desaparece del mapa. Luego vuelve, coloca la carne da algunas indicaciones a cualquiera y vuelve a desparecer. Nadie nunca sabe dónde está. Cuando el asado esta por estar, regresa y como si nada se queja de que no le atendieron la carne.
7 – El ídolo de las mujeres:
Es aquél parrillero, particularmente soltero, que trata de impresionar a las mujeres, siempre satisfaciéndola en sus pedidos asadísticos. Buena pinta, alegre, sofisticado y sin olor a humo. Se gana la confianza, de la suegra, la abuela, la tía, la vecina, etc. Es criticado por sus amigos que sienten que sus pedidos no son los primordiales. Pura pinta para algunos, genio para otras.
8 – El Improvisado:
Es aquél que se las ingenia en las situaciones más curiosas. No importa si tiene ganas de hacer un asado a la hora de la merienda, basta con que tenga algunas cosas a mano para que le llegue la inspiración y el asado este hecho. Parrillero con muchas ganas, de mente rápida.
9 – El Nervioso:
Es aquél que está constantemente alterado. Va al súper y le pone nervioso la fila de personas, la calidad de la carne, el cielo nublado, el perro que no para de ladrar, todo. Hasta el momento nadie sabe si eso significa que está contento o no. En la calma de una reunión familiar o de amigos lanza alguna puteada consigo mismo, asustando a los invitados que no saben qué pasa. Todos le perdonan esa actitud, el nervio refleja que quiere lo mejor para ellos. Al final, lo logra.
10 – El Borracho:
Es aquél que realiza el asado en un estado subidito de copas. Se preocupa por todos, alegre, siempre tirando buena vibra. No se cansa de hablar, sube el volumen de la radio, baila, mientras verifica que la parrilla esté en orden. A pesar del estado etílico, lo que sale de la parrilla es muy bueno y satisface a todos. Luego, queda tirado en la cama por el resto del día.
Ahora que conoces a los 10 tipos de parrilleros, ¿pudiste identificarte?. Si falta uno en particular, ¡contanos!
Fuente Imagen