Preparar el ambiente para un asado no es nada sencillo, hay que tener en cuenta ciertos aspectos que parecen imperceptibles a primera vista, pero que en general son muy importantes. Desde la elección del carbón hasta aprovechar el clima de la mejor manera, todo es parte de la atmósfera de un buen encuentro.
Aunque parezca que los asados entre amigos surgen de la manera más espontánea y natural, muchas veces existe detrás de ella una gran organización en la cual todos cumplen diversas funciones. De este modo podemos ver que para que el asado tenga unos buenos resultados es preciso ser bien organizados y cuidar todos los detalles.
En primer lugar, cuando llevamos la responsabilidad de organizar un asado, lo que tenemos que tener en cuenta es la cantidad de personas que vendrán a nuestra casa y de acuerdo a eso diseñar el menú que ofreceremos. Con un promedio de 500 gr. por persona habrá asado suficiente para todos, a esto además hay que añadirle el tipo de guarnición que será utilizada.
Antes de preparar el fuego debemos asegurarnos que nuestra parrilla se encuentre bien limpia. Si lo encontramos sucia lo más recomendable y ponerla a calentar durante 5 o 10 minutos, con esto la parrilla se liberará de los malos olores y la grasa que se quedó del asado anterior.
Hacer fuego no es difícil como parece, pero requiera de ciertas técnicas y algo de paciencia. Por eso, debemos tratar de que estén encendidas por lo menos una hora antes de colocar la carne sobre la parrilla. Además no debemos ser tacaños con el carbón, si es posible debemos contar con tanto carbón que nos sobre en gran cantidad. Mejor asegurar, antes de estropear nuestro asado.
Uno de los secretos del asado se encuentra muchas veces en unas buenas brasas. Esto lo podríamos ver cuando las llamas desaparecen por completo y el calor es distribuida de forma uniforme a través de toda la parrilla. El momento ideal para empezar con el asado es cuando las llamas se hayan extinguido en su totalidad y el carbón presente su conocido color rojizo.
Si conseguimos unas buena brasas, no queda más colocar nuestros cortes sobre la parrilla y darles el tiempo necesario para que estén listas. Aunque hay que tener en cuenta que para que la carne quede bien jugosa es importante no moverla ni mucho menos pincharla.
Cada tipo de carne tiene su proceso, pero aparte de eso, debe cocinarse en el orden correcto. Primeramente se deben cocinar los chorizos, morcillas o cualquier tipo de entrada que suelen estar listos con mucha rapidez. Luego damos paso a los cortes más grandes como las costillas, los vacíos o la tapa cuadril. Además todas las carnes deben estar a temperatura ambiente.
Las bebidas
Un asado no consiste en carne en toda su totalidad, también es una buena excusa para disfrutar de buenas bebidas. Por eso debemos asegurarnos en satisfacer de la mejor manera a nuestros invitados en este sentido.
Las opciones son varias y lo mejor que podemos hacer es contar con una gran diversidad, desde las buenas cervezas y vinos para los adultos, hasta una cantidad necesaria de refrescos para los más pequeños. Además debemos tener en cuenta que entre nuestros invitados podrían haber personas diabéticas, siempre es bueno tener cuidado con esto y preparar algo especial para ellos.
Para acompañar un asado el mejor aliado es un vino tinto, pero existen otras bebidas como el Fernet que son muy buenos para la sobremesa y aparte de tener un gran sabor, actúan como un digestivo para la carne.
Si tienes en cuenta todos estos detalles, tu encuentro dejara satisfecho a todo el mundo y con ganas de que ese buen momento pueda ser repetido en breve. Porque los frutos de hacer un asado responsable, son gratificantes.