No hay nada más especial que un asado bien dorado y cocinado en su mejor punto. Para lograr esta combinación se aplican varias técnicas que todo parrillero debe conocer. Es que la tentación de dejarse llevar por debilidad de la carne, comienza por los ojos.
El buen aspecto de un asado sobre la parrilla es fundamental. Con esto se logra estimular el impulso carnívoro de los comensales. Muchos parrilleros tienen la facilidad de cocinar verdaderas obras de arte, asados fotogénicos que invitan a disfrutar de lado más exquisito de la carne. Para lograr esto, se deben aplicar ciertos criterios y recomendaciones.
Cuanto más grueso sea nuestro corte, más tiempo llevará en cocinarse. En la parrilla, los cortes deben estar más cerca del fuego cuanto más finos sean, los gruesos deben ser colocados más lejos.
Una carne que este correctamente cocinada, debe estar rosada por dentro y casi roja. Hay muchas personas que piden que sus cortes sean sangrado o azul, que quiere decir casi cruda por dentro. En estos casos es cuando la carne debe ir bien dorado por fuera.
Para simplificar este proceso, se pueden untar a la carne una pequeña cantidad de aceite, sin importar que tipo de tamaño tenga nuestra corte. En cambio, nunca se debe engrasar la parrilla.
Para salar la carne que irá a la parrilla, se debe realizar este proceso con mucha antelación, más aún si son cortes grandes y gruesos.
Si estamos ante un caso crítico de encontrarnos con un corte muy duro, lo recomendable es marinarlo. Para esto se puede utilizar vino y vinagre, estos pueden lograr que la carne se ablande, además de otorgarles un aroma especial que ayudan a potenciar su sabor.
Además, otra manera de ablandar la carne es la golpearlo y trabajarlo con el palo de amasar. Hay que tener en cuenta que esto lo debemos realizar poco antes de realizar la cocción, sobre todo cuando el clima es cálido.
No importa qué tipo de método utilices para cocinar tu asado, lo que nunca debes hacer es pincharla, darle la vuelta o acomodarla a cada rato, lo único que lograremos haciendo esto es que nuestros cortes pierdan sus jugos.
También debemos cuando sacamos la carne de la heladera o congeladora, no es recomendable llevarla del frío a la parrilla muy rápidamente, lo aconsejable es que repose durante un instante a temperatura ambiente, esto le dará una mayor consistencia y un mejor sabor.
Una vez que nuestra carne este completamente cocinada, debemos dejarla reposar durante unos 5 minutos, inclusive más tiempo dependiendo del tamaño de nuestro corte. Con esto se logra que la carne tenga mayor consistencia y retenga sus jugos.
En otros tipos de cortes, como los de cerdo, la carne debe cocinarse por mucho más tiempo que la carne roja. El punto exacto para el cerdo es cuando la carne llegue a tener un color rosado o blanco, en este tipo de carne hay que estar atento que los cortes no se sequen.
Para que tus asados tengan el mejor aspecto y llegues al punto exacto en donde todo se conjuga, deberás tener mucha paciencia y perseverancia para aplicar estos consejos. Lo bueno es que cada gota de sudor que le pongas valdrá el esfuerzo.
