A la parrilla

Conocé el método eficaz para asar chorizos y morcillas

Los chorizos y morcillas son aperitivos ideales en un asado. Estos embutidos ayudan a que los invitados se entretengan y sepan combatir la ansiedad de la parrilla. Para disfrutar de estos acompañantes existen técnicas correctas para su cocción y otro tipo de recomendaciones.

chorizo asado

Cuando el asado se encuentra sobre la parrilla y el  jugo de la carne cae sobre las brasas produce que nuestros cortes desprendan un aroma que abre el apetito de todos los presentes. Para que nuestros invitados no se queden con las ganas, debemos ofrecerle un aperitivo para que acompañen con unas cervezas bien frías, ese es el momento de los chorizos y morcillas.

Para que se puede lograr una buena cocción y conseguir un buen producto con gran textura, debe ser elaborada con un sistema distinto a los cortes tradicionales. El contacto de estos embutidos con las brasas produce una reacción muy distinta al asado, por lo que debemos tener mucho cuidado al cocinarlas.

Uno de los mayores aspectos que hay que tener en cuenta con los embutidos es su forma de conservación, ya que son todas fibrosas y no es aconsejable congelarlas y descongelarlas todo el tiempo si no la vamos a utilizar.

Los chorizos son los embutidos de la parrilla por excelencia, preferido y amado por todos. Los que se destacan por una mayor calidad son aquellos que están elaborados completamente por carne de cerdo, mientras aquellos que mezclan carne vacuna y de cerdo se destacan por contener más grasas.

Para elegir un buen chorizo debemos fijarnos en aquello que estén preparados con carne que tengan un picado grueso o intermedio y no sean totalmente molidas.

También debemos cuidar que los productos que nos ofrecen sean nobles y de animales criados a base de una buena alimentación. Hay que saber elegir los chorizos de una marca conocida y responsable.

A la hora de cocinarlos

El método más común para cocinarlos es pincharlos e ir acomodándolos sobre la parrilla de manera que las brasas actúen uniformemente sobre los chorizos. Para esto necesitaremos con un pinza especial que nos ayude a acomodarlos, además de evitar que nuestras manos estén mucho tiempo sobre el fuego.

Los chorizos o morcillas deben ser colocados sobre un calor moderado proveniente de las brasas y a una altura que no supere los 20 cm del piso.

Para asegurarnos que la temperatura de la parrilla es la adecuada debemos medirla con la palma de la mano, exponiéndola totalmente abierta a unos 10 cm de la parrilla. Si podemos dejarla en ese estado durante unos 4 segundos, la temperatura es la adecuada.

Los chorizos y las morcillas no requieren de una larga exposición a las brasas, o si no se quemarían totalmente. Estos embutidos se cocinan durante unos 10 minutos cada lado.

El resultado de este proceso debe ser unos chorizos bien cocinados pero sin que se queden totalmente secos. Al retirarlos de la parrilla se puede servir enteros o cortadas en rodajas calientes con trozos de pan o mandioca.

Las morcillas deben ser adquiridas individualmente y no las que vienen en forma de rueda, ya que estos últimos son más difíciles de manipularlos en la parrilla y se desarman con facilidad. Las morcillas deben estar a unos 25 cm del fuego con una temperatura media.

Hay que recordar que las morcillas ya fueron cocinadas varias veces antes de salir al mercado, así es que lo único que nos queda es volver a calentarla nada más. Debemos exponerla al fuego de forma pareja, rotándolas de un lado para otro cada tanto.

Una vez cocinadas los chorizos y las morcillas, deben ser retiradas del fuego y servidas con diversas salsas para que nuestros invitados puedan aderezarlo con su gusto.

Fuente Imagen

About the author

Fernando Ferreira

Sarcástico e introvertido. El asado me gusta comer parado y donde no haya mucha gente.
Fanático de los Beatles y del buen fútbol. Una buena lectura y ya está. Buen muchachito, como dicen las tías.

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