A la parrilla

El sabor del asado en la ciudad

La parrilla lista al fondo de la casa, sobre la terraza o en el balcón de un departamento, son imágenes típicas del paisaje urbano de muchas ciudades. El asado, cuyos orígenes se remontan al campo, está presente en nuestras calles y en nuestras casas, guardando en ella un poco de ese aire que necesitamos para romper con la rutina.

asado ciudad

El asado urbano, ese que se cocina en las ciudades entre el poco espacio del patio y las improvisaciones más peculiares sobre la hora, es el que muchas veces da vida a nuestras semanas, reuniendo a los amigos y a la familia en una pequeña ronda en donde el humo de la parrilla se confunde el sabor de una cerveza bien fría. Ese pequeño momento que es tan nuestro.

Nadie nunca se pone a pensar como hacen las personas para hacer un poco de espacio en el patio o en el balcón del departamento, con unos pocos ladrillos e ingenio ya está, una parrilla improvisada comienza a dorar unos chorizos, mientras que el encargado de traer las birras toca el timbre y todo comienza a tomar color.

El asado que se hace en el corazón de las ciudades tiene algo de especial, ya sea en la casa del más acomodado o en el taller que esta la vuelta de la esquina, cada uno cuenta con un encanto diferente. Es común caminar por las calles, sentir el aroma de la carne asada y no saber de dónde proviene, ese momento único que nos incita a que preparemos nuestra propia parrilla después de quedar con las ganas.

Lo mejor de los asados es la practicidad que se puede conseguir ya que ninguna otra comida, menú o plato tendrá la facilidad de juntar a un grupo de amigos alrededor de una mesa, hablando y divirtiéndose de la manera más informal que pueda existir. No hay nada como sentir el aire fresco de un viernes por la noche en una terraza, mientras el asado se cocina con buena música de fondo. ¿Qué más se puede pedir?

Del campo pasamos a las ciudades, con sus idénticas casas, sus pequeños departamentos y los alquileres comunitarios. Todos ellos tienen algo en común, siempre hay un espacio reservado para la parrilla. Las pocas comodidades de estos lugares obligan a que muchos hábitos cambien, como la de comer parados el asado en vez de extender una mesa o dejar de usar cubiertos, cambiándolos por algunos escarbadientes o máximo un simple tenedor. El asado en las ciudades es una actividad que se genera con la rapidez que caracteriza a la urbe.

El asado se encuentra por todos lados, desde un partido de futbol hasta la terraza de una empresa luego de la jornada laboral. Aunque esta actividad resulte de lo más natural, no pasa desapercibido en ningún lado. El asado es símbolo de bienestar y celebración, por eso siempre cuenta con un magnetismo especial que nos invita a disfrutarlo.

La ciudad ya se ha adecuado al asado, de esto ya hace más medio siglo. El campo ha llevado a las grandes urbes no solo la costumbre de la parrilla, sino también ese relacionamiento entre las personas, que se juntan alrededor del fuego para despejar la cabeza, disfrutar de un buen momento y degustar el mejor sabor de la carne. No importa las circunstancias, la parrilla se adecua a todos los momentos.

Por eso las ciudades de Sudamérica no solo se destacan por sus edificios coloniales, su cultura cosmopolita o la diversidad de personas con la que nos cruzamos, sino también por ese aroma inconfundible que se eleva en el aire y nos detiene en el instante. En cada esquina, en cada metro cuadrado y en cualquier rincón, la parrilla estará humeando en la casa de alguien, mientras la ciudad continúa con esa rutina diaria, en donde el asado es el mejor escape que puede existir.

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About the author

Fernando Ferreira

Sarcástico e introvertido. El asado me gusta comer parado y donde no haya mucha gente.
Fanático de los Beatles y del buen fútbol. Una buena lectura y ya está. Buen muchachito, como dicen las tías.

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