Uno de los debates más comunes en las reuniones de amigos es la de cocinar el asado con o sin tapa. A pesar de los excelentes resultados que se consiguen con los dos métodos, existen defensores y detractores de cada uno de ellos. Aquí te presentamos sus diferencias.
Es común presenciar esa escena en donde un invitado, crítico del asado, le aconseja al asador de que en la próxima utilice otro tipo de parrilla. Si lo está cocinando sin tapa, le recomendará uno de tambor y viceversa. La respuesta del parrillero no es positiva y se genera un pequeño debate que le da sabor al encuentro.
La respuesta más práctica que se puede dar ante este dilema es que ninguna es más buena que la otra. El uso de cada una de ellas depende exclusivamente de las circunstancias y la comodidad del parrillero. No importan las técnicas, importa el maestro.
Hay ciertas comidas que necesitan cocinarse en un ambiente o lugar más caliente de lo normal, sobre un fuego que este distribuido eficientemente. Para este tipo de cocción, la parrilla cerrada o con tapa es la que realiza el mejor trabajo.
Cuando se cocina con la tapa cerrada, el calor se mantiene dentro de la parrilla. Esto quiere decir que tu carne no solo se cocina por el fuego de abajo, sino que también por la parte superior y sus costados. La parrilla con tapa genera un ambiente que envuelve el calor sobre el alimento, cocinándolos por todos los lados posibles.
Hay que tener en cuenta que cada vez que abrimos o sacamos la tapa de la parrilla, el calor se escapa y la temperatura desciende. Por lo que si estás cocinando un corte que necesita de mucha temperatura es importante que no abras la parrilla cuando no es necesario.
Uno de los métodos de cocción que necesita obligadamente de una parrilla con tapa cerrada, es el indirecto. Esta técnica se consigue acomodando la fuente de calor, ya sean maderas o carbones, poniéndolos de un lado donde el fuego o el calor no sean directo.
Para poder asar con esta técnica se necesita de una parrilla con tapa, ya que nuestras piezas se cocinan a través del calor que va producir el lado que este encendido y el calor se concentrará en la parrilla tapada.
También hay que estar atentos a que existen muchos tipos de comidas que no sienten la diferencia al ser cocinados con la tapa cerrada. En este grupo se encuentran los cortes delgados y las hamburguesas.
Si los cortes que queremos cocinar necesitan de muchas horas de cocción y temperaturas bajas, entonces lo más seguro es que lo cocines con una parrilla que cuenta con tapa.
Si en cambio es una preparación rápida y se necesita una temperatura alta, no es necesario utilizar una parrilla con tapa, con el calor intenso que proviene de las brasas será más que suficiente para que tus cortes se cocinen muy bien.
Hola Fernando. Me compré un chulengo tambor y me dijeron que tenga cuidado al cerrarlo porque levanta mucha temperatura y funciona más como horno. Eso me desilusionó un poco porque me imagino que el gusto de la carne es otra, más “hervida” y no tanto a la parrilla.
Si quiero hacer un costillar por ejemplo, me conviene con o sin tapa?
Muchas Gracias
Yo lo prefiero con tapa , sale muy suave como si estuviera al horno