El fuego es nuestro aliado fundamental cuando hacemos un asado, con él podemos a cocinar maravillas o llegar a estropear absolutamente todo. Tener conocimiento sobre cómo controlarlo y sacarle el mejor provecho nos ayudará a tener unos asados excelentes.
Mantener vivas las brasas es una de las tareas más difíciles con que se encuentra un parrillero. Cada vez que se asoma alguna llama o una pequeña chispa, tratamos de mantenerla viva para logra expandirla a través de todo nuestro carbón, ya que mientras haya fuego nuestro asado estará garantizado.
Lo más importante al encender el fuego de la parrilla es que sea prendido de manera natural, sin utilizar ningún tipo de aditivos o sustancias químicas que puedan afectar a nuestra carne y a nosotros mismos. Encender el fuego de una parrilla es uno de los procesos más artesanales de la parrilla.
- El diseño del fuego
Para empezar a organizar nuestro carbón, debemos rodear a los carbones con algunos materiales que provoquen la incandescencia de las llamas, ya sean papeles, maderitas o pequeñas bolas de pan mojadas con aceite común de cocina.
Muchas personas defienden este método como una de las formas más naturales de encender el fuego, con la posibilidad no solo de que se apaguen rápido, sino que también de provocar una combustión sana que no afecta al sabor de la carne.
- Fuego y Oxígeno
Para que las llamas se vayan desarrollando de la mejor manera bajo nuestras parrillas, es necesario que cuente con una buena ventilación y una gran cantidad de oxígeno. Algunos recomiendan agarrar una botella vacía, cubrirla varias capas de papel, colocarla parada sobre la parrilla y rodearla con una buena cantidad de carbón. Luego de esto la botella es retirada, para que solo quede el papel como una especie de tubo en medio del carbón.
Después de esto, no queda más que tirar algunos bollitos de papel en el interior y prenderles fuego. Con esta técnica habrá llama, también aire entrando por debajo de esa llama y obviamente carbones bien prendidos.
- Madera
La madera es la mejor opción para tener un buen fuego, así que si estás pensando usar este material, deberías fijarte en esos viejos cajones de frutas que suelen haber en los supermercados, uno de esos que ya no se utiliza te puede ser de gran ayuda.
La técnica consiste en desarmar estos cajoncitos y utilizar sus maderas, formando marcos de bordes altos bajo la parrilla. Luego de esto se colocan algunos bollos de papel dentro de los marquitos y junto a los carbones. Con este método tendrás mucho fuego y de buena calidad.
- Fuego con bolsa de papel
Esta peculiar técnica es indicada para parrilleros ansiosos, que buscan la manera de que su parrilla se encienda lo más rápido posible. Lo que no puede faltar para esto son los típicos bollitos de papel en gran cantidad para que puedan servir de piso a la bolsa de papel. Luego de esto se coloca la bolsa de papel sobre los bollitos, tratando de agruparlos lo mejor que se pueda.
Después de esto solo queda tirar un fósforo justo entre los bollitos de papel para que esto encienda y puedan propagarse por toda la bolsa de papel y el carbón
- Trucos aislados (para no hacerlos en público)
Usar el secador de pelos de nuestra abuela a veces puede resultar una buena idea, ya que con esto generamos chispazos inmediatos entre nuestros carbones, pero lo contrario a esto es que tendremos un olor asado en el secador de pelo que no podría salir tan fácilmente. Aun así, si estamos apuradísimos por el asado, esta es una buena opción.
Luego hay otra en donde se utiliza un lata de cerveza, cortándola a la mitad y dejando un mini recipiente que debe llenarse con alcohol en un 75%. Luego se lo coloca en el suelo de la parrilla y se le hace un anillo de carbón bien alto y se lo enciende. Los defensores de esta técnica dicen que además de no necesitar papel, el alcohol se evapora rápido y no interfiere de esa manera con el gusto del asado.