Al ya acostumbrado buen asado de Chedo Centurión se sumó una nueva costumbre: la no participación de choris y otras guarniciones en la parrilla.
¿La razón? Darle a la carne, el destaque que se merece en el asadacho.
Nada de entradas ni picadas que llenan el estómago del comensal, desplazando (o reemplazando en algunos casos) a la protagonista principal, la carne.
En la foto que nos compartió Chedo, podemos observar dos interesantes porciones de tapa cuadril, en la etapa de doramiento, ya que durante la cocción estuvo envuelta en papel aluminio, y las infaltable y siempre apreciadas, costillas.
A vos, ¿qué te parece esta propuesta anti picadas?