En el hogar de Milciades Centurión los asados de domingo ya son una tradición. Cada vez que llega un nuevo fin de semana, las brasas ya están preparadas para reunir a la familia y disfrutar de un buen momento.
En la parrilla de tambor podemos ver unos hermosos cortes de costillas y vacío, que gracias al talento del parrillero lograron tomar unos hermosos colores que hacen agua la boca y sin dudar abren el apetito.
Y para combatir la terrible ansiedad que nos genera el bello aroma de la parrilla, encontramos una tira de chorizo que se van ruborizándose con el calor.
Fantástica parrilla de Milciades, como un buen asado se merece.