El pescado a la parrilla es uno de los platos más exclusivos en muchos encuentros, a pesar de ser un menú tradicional, su alto costo lo convierte en una elección de etiqueta con el cual nos podemos lucir de la mejor manera en un acontecimiento especial.
Realizar un pescado a la parrilla tiene sus técnicas, procedimientos y formas de cocinarlas. Hay que estar atento, ya que a pesar de que los elementos sean los mismos, esta carne requiere de un mayor cuidado que los cortes vacunos. Si seguimos al pie de la letra estas indicaciones, la satisfacción culinaria estará garantizada.
Antes que nada debemos elegir nuestro pescado, la mejor manera de hacerlo es ir hacia las zonas ribereñas y adquirir el pescado bien fresco de las pescaderías. Si estamos lejos de estos lugares, no nos queda otra que ir a los supermercados, el mercado o algún vendedor callejero.
Los mejores cortes de pescado para la parrilla pueden ser el dorado, el pacú, la boga y la corvina. El pescado debe ser consumido lo más fresco posible, si este no es nuestro caso debemos conservarlo los más congelado posible.
El pescado es fresco cuando presenta estas características:
- La carne refleja una consistencia dura y elástica. Esto debe ser comprobado tocándolo con los dedos, al dejar de tocarlo debe volver a su estado normal.
- Desprende un agradable olor a río
- Las agallas tienen un color rosado.
- Sus escamas están pegadas a la piel
- Los ojos del animal son brillantes
- La piel en general presenta un aspecto brillante.
Antes de comprar un pescado debemos estar seguro de su frescura, es mejor comprarlo congelado que hacerlo sin estar seguro. Cuando lo llevemos a casa, debemos mantenerlo constantemente en el frío.
El pescado no debe ser condimentado excesivamente, esto hace que el sabor del pez se pierda.
En cambio si se lo marina, el sabor se acentúa. Podemos condimentarlo con un poco de pimienta, vino blanco o limón y un poco de aceite de oliva. Luego de esto lo debemos dejar en la heladera por lo menos por una hora. Para prevenir malos olores en la heladera y acentuar el marinado en el pescado, debemos envolverlo con una bolsa de polietileno o film.
Al momento de preparar el fuego de la parrilla, debemos tener en cuenta que las brasas deben ser suaves y no tan fuertes como siempre.
El papillote
Esta es una de las técnicas más conocidas para hacer un pescado a la parrilla, consiste en envolverla en un papel aluminio. El papillote permite que la cocción de la carne sea suave, aromática y deja que se cocine con su propio vapor.
Vale recordar que cuando se utiliza esta técnica, el pescado no debe ir muy apretado al aluminio, sino que la forma del envoltorio debe imitar la forma de una cúpula en la parte superior, con esto se logra una cocción correcta.
El relleno
Este parte de la preparación es la más subjetiva de todo el proceso, ya que lo podemos rellenar de acuerdo a nuestros gustos. Pero lo más recomendable es hacerlo de manera suave, sin llenarlos de aromas muy fuertes que afecten al sabor de la carne.
Un relleno muy fácil de preparar es el del salteado de verduras, con aceite de oliva, sal, pimienta o vino blanco. Además le podemos añadir un poco de salsa de tomate o algún queso.
Luego de haber realizado todo esto no queda más que llevar el pescado sobre la parrilla y bajo un fuego que sea suave. La cocción no debe ser muy extensa, sino que debe durar entre 35 y 40 minutos.
Debemos acordarnos que al momento de salar nuestro pescado, lo debemos hacer de acuerdo a nuestro gusto. Cuando el pescado esté listo, hay que servirlo bien caliente en una fuente con rodajas de limón.
Anímate a dejar los cortes vacunos por un instante y déjate llevar por la elegancia de un pescado a la parrilla.